Suiza, la prosperidad económica.

Suiza, ubicada en el centro de Europa, se encuentra entre los países más pequeños del mundo y se le reconoce por sus asombrosos paisajes en las altas cimas de los Alpes. Su capital es Berna y su moneda el Franco suizo. Suiza forma parte de los ocho países con mayor renta per cápita del mundo, con un PIB de 93457,44$ por habitante en el 2021. Para explicar el éxito político-social-económico de este país analizaremos su historia durante los últimos 100 años. 


En primer lugar, explicar la situación suiza en la época de las guerras mundiales (1914-1945).

La única intervención suiza en la I Guerra Mundial fue la organización de las unidades de la Cruz Roja. Después de la guerra, Suiza entró en la Liga de las Naciones, pero solo en las competencias financieras y económicas (que incluían situar su sede en Ginebra), ninguna militar.

En la II Guerra Mundial el país siguió siendo neutral y apenas si sufrió daños.

Desde el fin de la II Guerra Mundial Suiza ha disfrutado de una época ininterrumpida de estabilidad económica, social y política gracias a la neutralidad, que le ha permitido escalar posiciones desde una base ya sólida tanto comercial como financiera e industrial, mientras el resto de Europa todavía estaba recuperándose de la guerra.

Zúrich se convirtió en un centro internacional de banca y seguros, y la Organización Mundial de la Salud y otros organismos internacionales establecieron sus sedes en Ginebra. Para conservar la neutralidad, optó por quedarse fuera de la ONU (aunque desde sus orígenes Ginebra alberga su segunda sede más importante después de la central de Nueva York) y más recientemente, de la Unión Europea.

El país se convirtió en el 190º miembro de la ONU en el 2002 (el referéndum convocado en 1986 había dado una respuesta negativa) y tres años después votó para incorporarse a la zona de libre circulación de Europa, Schengen (y terminó el proceso a finales del 2008).

El Banco de Pagos Internacionales (BPI, la organización que facilita la cooperación entre bancos centrales) eligió Basilea como su base de operaciones en 1930 fue por el motivo ya citado: la neutralidad.

Suiza es el lugar preferido de los ricos para depositar sus fortunas en bancos privados, de ahí la inmensa presión ejercida por EE UU, Gran Bretaña, Alemania y otros países de impuestos altos desde el 2009 para que cambie su ley sobre la banca de 1934, que protege a los titulares de cuentas acusados de evasión de impuestos en sus países de origen.

Una nueva ley que entra en vigor en 2018 garantiza que los datos bancarios serán compartidos con las autoridades fiscales de otros países, siguiendo criterios de transparencia internacional.

En Suiza la presidencia cambia cada principio de año y es adjudicada a uno de los siete miembros del Consejo Federal (Ejecutivo), el principal órgano de poder en el país, que desde hace décadas tiene siempre miembros de los cuatro principales partidos suizos.

Suiza es un Estado federal. El poder es compartido entre la Confederación, los cantones y las comunas, con una clara separación entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.

El Consejo Federal es el poder ejecutivo de Suiza y tiene su sede en Berna. Cuenta con siete miembros con poderes iguales, cada una (o) es responsable de un departamento (ministerio). La presidencia es rotatoria y asumida cada año por un (a) ministro (a) diferente y comporta sobre todo tareas de representación.

Desde 1959, los cuatro partidos más grandes de Suiza determinan la composición política de los miembros del Gobierno. En la actualidad, esta fórmula estipula que el Consejo Federal debe incluir en sus filas dos representantes de la UDC (Unión Democrática de Centro UDC/derecha conservadora), dos del PLR (Partido Liberal Radical, derecha liberal), dos del PS (Partido Socialista, izquierda) y un miembro del Partido de Centro.

Desde los años 1970, la composición del Parlamento suizo no ha cambiado significativamente.

Suiza es en realidad una combinación de democracia directa y democracia representativa. El pueblo elige a los miembros del Parlamento, que a su vez nombran a los miembros del Gobierno y promulgan las leyes. Pero los ciudadanos disponen de diversas herramientas para intervenir en el proceso legislativo.

En conclusión, lo más destacable de este país es la actitud neutral que ha tomado frente a los conflictos internacionales, que a lo largo de su historia le ha favorecido económicamente creando un ambiente financiero de confianza y la posibilidad de un gran índice de desarrollo humano, así proporcionando la estabilidad de todos los habitantes suizos.



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