Muro de Berlín: por qué cayó hace 30 años y cómo su desaparición cambió el mundo


Hace 30 años, la noche del 9 de noviembre de 1989, fue derribado el Muro de Berlín, que dividió la capital alemana durante otras casi tres décadas. Pero el muro de Berlín no dividía sólo a Alemania, dividía a toda Europa y era el símbolo de un mundo bipolar en el que dos potencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, eran los polos de influencia. 

Su caída posibilitó la reunificación alemana y fue precursora de la desaparición de la Unión Soviética y del final de la Guerra Fría.

Aunque parezca que el muro de Berlín cayó de un día para otro, en realidad se podría considerar como la culminación de un proceso. En todo el bloque soviético soplaban vientos de cambio, y según decían, esos vientos tenían su origen en Moscú. 
En marzo de 1985, Gorbachov se convirtió en secretario general del Partido Comunista, lanzando un dramático programa de reformas; su política conocida como "Glasnot", consistía en intentar eliminar las prácticas de la represión estalinista y darle más libertades a los ciudadanos soviéticos. Estas políticas, a parte de centrarse en la URSS, iban dirigidas también a los países satélites de la Unión Soviética de Europa. 

Ese mismo año de la caída del muro, Hungría abrió completamente sus fronteras y miles de "turistas" de Alemania del Este llegaron ese verano al país vecino para buscar alguna forma de cruzar a Austria.

El 9 de octubre, una multitud de 70.000 personas se manifestó pacíficamente en el centro de Leipzig exigiendo libertad. Por primera vez se atrevieron a pasar por la temida sede de la Stasi, y cantaban ¡Wir sind das Volk!, que significa ¡Somos el pueblo!. 
Una semana después, más de 100.000 personas abarrotaron de nuevo el centro de Leipzig y pronto se extendieron las protestas por toda Alemania Oriental. 
A la suma de todas estas protestas, los alemanes del Este comenzaron a exigir que se les permitiera cruzar a Alemania Occidental y para el gobierno comunista resultaba cada vez más imposible detener esos llamados.

El 9 de noviembre, el anuncio de un alto funcionario de Alemania Oriental precipitó la caída del  Muro. Se acordó introducir los cambios inmediatamente, lo que hizo que miles de personas se fueran hacia el muro, exigiendo a los guardias que abrieran las puertas. Miles de personas cruzaron en las siguientes horas a Alemania Occidental, algunas por primera vez en sus vidas, provocando la rápida caída del muro.


Aunque el impacto inmediato de la caída del muro de Berlín fue evidente para los alemanes del este, las consecuencias de este hecho histórico van mucho más allá. 

Una vez que cayó el muro, todo aquello que los alemanes orientales anhelaban de sus vecinos occidentales (TV a color, bienes de consumo...) empezó a llenar las calles de la RDA (República Democrática Alemana). 

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